En cotidiano

Al inicio el tiempo 
era estar abrazados
y el reloj era una molestia.
Después del vértigo del deseo
el bienestar es posible
con los abrazos controlados
y el reloj visible.

El abrazo del abrazo

A veces, cuando me abrazas, 
más que tu cuerpo, tu piel,
tu calor, tu olor...
Siento otra cosa,
como si me fueras otra
y hasta dejo de ser yo...
Pierdo identidad y me sumerjo en ti
como en un territorio desconocido
y al abrir los ojos estás ahí
como si simplemente me hubieras
                                        abrazado.

Unidad

Con la distancia

cada parte de tu cuerpo

llega a recordarme

que toda tú

habita en el recipiente

de carne y hueso que soy.

Imagen con sombra

La imagen de mujer desnuda

no da sombra 

ni tiene olor.

Se quiebra ante el contacto

        de un cuerpo que suda.

Te prefiero a ti, amada mía,

con tu carne y humedad

a punto del vértigo esperado.

Distincio

A veces, 
en días como hoy,
tu recuerdo...
es rayo de luz solar
que ilumina la noche 
          de mi corazón.

Espacio

Como una gota de agua sobre un lago

el amor sobre la cotidianidad.

Una pequeña onda se va expandiendo

de manera sutil, 

como tu sonrisa. 

Una fisura

A veces es necesario una fisura, 
una pequeña herida,
una anomalía en el sentir
para dejar de pensar que nos hacen daño.