viernes, 3 de abril de 2020

El brío

Al principio el brío lo era todo.
Luego, la distancia nos saludó
para poder aceptar la convivencia.
Entonces, el brío se alejó, 
por unos días, 
y nos quedemos 
con la distancia y la convivencia.
Pero luego, el brío, igual de silvestre,
vuelve, sin saludar y nos posee
para que recordemos 
el temblor, la locura y el vértigo 
                              de estar vivos.

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