Hacer el amor a toda mujer,
es degeneración del instinto más que hombría.
¡Oh soledad reina de toda melancolía!
Ahora, no hacer el amor a toda mujer,
menos a la que en el alma te siente
cual raíz eléctrica que en inconsciencia
centellea el tiempo y la distancia.
Es hacer el amor a la mujer,
la que te siente en el alma y es del instinto: alegría.
¡Oh encuentro de la dulce compañía!
Y el amor quiere hacerte la mujer,
secreto original que evita la algarabía
y el afán y el desenfreno de hacer
del amor el trajín y el sudor de la melancolía.
El amor se hace desde el alma, tal como se siente, no hay más secretos que ese, mi querido amigo.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos y abrazos.